La siesta como barrera frente al deterioro cognitivo

Dormir pequeños periodos de tiempo en las tardes contribuye a mejorar la memoria, el lenguaje y la orientación en adultos mayores.

El funcionamiento laboral, social y doméstico se ve afectado por la demencia, a raíz de la significativa disminución del nivel de la función cognitiva. Debido al aumento en la esperanza de vida y la neurodegeneración asociada que conlleva, entre el 5 y el 7% de los adultos mayores de 65 años han experimentado demencia, y en los países desarrollados el porcentaje es mayor, alcanza el 8 y hasta el 10%, en la actualidad no existe un tratamiento eficaz, por lo tanto, es esencial prevenir, identificar y modificar los factores de riesgo para retrasar su aparición. 1

Los patrones de sueño tienden a cambiar a medida que avanza la edad. En la mayoría de las personas el proceso de envejecimiento los lleva a tener dificultades para conciliar el sueño, despiertan con mayor frecuencia durante la noche y en muchas oportunidades, esos despertares ocurren de forma abrupta, además, se levantan más temprano por la mañana.

El tiempo que una persona mayor pasa durmiendo profundamente es menor. Las personas mayores se despiertan en promedio de 3 a 4 veces cada noche. Además, son más conscientes del hecho de estar despiertos.

Al generarse los cambios en los patrones de sueño, la siesta vespertina se considera un componente que hace parte de una forma de vida saludable desde el punto de vista cultural. Además, su prevalencia ha aumentado en los adultos mayores, más que en los individuos jóvenes. El estilo de vida contribuye a la evolución de las funciones cognitivas. Las probabilidades de sufrir demencia pueden reducirse modificando los factores de riesgo variables, como lo son la actividad física, la diabetes, la obesidad y la hipertensión.

El doctor Lin Sun, del Centro de Enfermedad de Alzheimer y Trastornos Relacionados, en el Centro de Salud Mental de Shanghai, y de la Facultad de Medicina de la Universidad Jiao Tong, realizaron una exploración más a fondo en 2.214 personas aparentemente sanas mayores de 60 años y residentes en grandes ciudades de China. 2

Cada uno de los participantes fue entrevistado personalmente, para evaluar su condición tanto física como mental, además para recoger datos relacionados con sus hábitos y rutinas diarias. Lo que permitió dividirlos en dos grupos: los que dormían más de cinco minutos, pero menos de dos horas después de la comida, y los que no. Todos ellos realizaron una prueba diseñada para medir diferentes habilidades cognitivas.

Arrojando como resultado que, las personas que habitualmente dormían la siesta, obtuvieron un mayor puntaje en el uso del lenguaje, al igual que en la capacidad de memoria y orientación.

Evidenciando que la siesta vespertina está relacionada con una mejor función cognitiva en la población china de edad avanzada, y podría contribuir con la prevención de la demencia.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

  1. int. Envejecimiento y salud [Internet]. [citado el 9 de mayo de 2021]. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/envejecimiento-y-salud
  2. Gil XC, Voz L, Rodríguez P, Europa Press. Vinculan la siesta a una mayor agilidad mental, fluidez verbal y memoria de trabajo [Internet]. Lavozdeasturias.es. 2021 [citado el 9 de mayo de 2021]. Disponible en: https://www.lavozdeasturias.es/noticia/actualidad/2021/01/26/vinculan-siesta-mayoragilidad-mental-fluidez-verbal-memoria-trabajo/00031611654236080208565.htm
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