- Aunque antes se pensaba que los hospitales eran los lugares más seguros del país ahora ya no es así.
- Cada vez son más frecuentes las agresiones y ataques contra profesionales de la salud dentro de sus propios lugares de trabajo.
- El caso más reciente ocurrió con un médico del IMSS en Aguascalientes al momento de dar una consulta programada.
Una de las principales actividades que realizan los profesionales de la salud es atender a pacientes. Se trata de una actividad para la que se necesitan varios años de preparación aunque en realidad nunca se termina de aprender. De manera tradicional se espera que el servicio dentro del consultorio ocurra sin contratiempos aunque en la práctica existen anécdotas de todo tipo. Una de las más vergonzosas ocurrió en nuestro país porque un médico sufrió un robo durante la consulta y la culpable fue la acompañante de la paciente.
Ya no quedan lugares alejados del peligro
Hasta hace algunos años se creía que los lugares más seguros eran los hospitales y clínicas. En estos espacios laboran las personas encargadas de cuidar y atender la salud de los demás. Mientras que los visitantes son enfermos que se sienten mal y necesitan una pronta solución.
Por desgracia ahora ya no es así porque cada vez son más frecuentes los incidentes que se reportan dentro de los nosocomios. Los más graves son los ataques contra doctores y no son exclusivos de zonas rurales sino que ocurren en cualquier parte del país.
Apenas hace unas semanas te compartimos la información de una agresión con arma de fuego dentro de un hospital en el Estado de México. El resultado fue el asesinato de un residente de origen cubano que laboraba en ese nosocomio.
Roban a médico al momento de dar una consulta programada
Pero ahora es momento de conocer otra historia que a pesar de no tener un desenlace mortal sí ha causado una fuerte indignación. Todo ocurrió en el Hospital General de Zona No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Aguascalientes. Todo transcurría con normalidad hasta que un médico dio una consulta que terminó en un penoso incidente.
Con base en lo relatado por medios locales, una paciente llegó a una cita que tenía programada y acudió con un acompañante. Ambas ingresaron al consultorio y el incidente se generó cuando el doctor empezó con la revisión a la paciente y dejó su teléfono sobre el escritorio.
Al concluir el servicio observó que su celular no se encontraba en el lugar que lo había dejado. A pesar de que preguntó a la acompañante si había visto el dispositivo, la respuesta fue negativa.
La siguiente acción fue utilizar su computadora y con una aplicación identificó la ubicación de su teléfono. Lo más sorprendente fue que vio que se encontraba dentro del propio consultorio. Por lo tanto, solicitó apoyo al personal de seguridad del hospital y al revisar a la acompañante de la paciente se comprobó que tenía escondido el teléfono.
De manera automática se detuvo a la presunta responsable y fue canalizada a una oficina del Ministerio Público. Mientras que el médico afectado declaró que estaba dispuesto a testificar para que este hecho no quede impune. Por lo pronto, se trata de una penosa experiencia que nadie quiere experimentar pero demuestra que ni siquiera dentro del propio consultorio se puede estar seguro.
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