La pandemia ha registrado una nueva aceleración que hace complicado creer que el fin se consiga a corto plazo. La expansión de la Variante Delta es una de las responsables pero también la relajación en las medidas de prevención e higiene. Apenas hace unos días los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de eStados Unidos (CDC) tuvieron que recular y volver a recomendar el uso de cubrebocas inclusive en los ya vacunados. De igual forma cada vez son más las personas que logran superar esta nueva enfermedad pero mantienen el Covid-19 persistente.
¿Y eso qué es?
En este caso se refiere a una condición en donde las secuelas no desaparecen inclusive después de egresar del hospital. Dentro de las principales molestias que tienen los superviviente están la fatiga, disnea y cansancio extremo. Además la evidencia actual ha mostrado que las personas no mantienen el mismo rendimiento que antes de su contagio. Muchas de ellas se cansan con facilidad e inclusive actividades sencillas como subir y bajar escaleras les representan un fuerte reto.
Otros aspectos que son frecuentes son insomnio, distracción y la pérdida del olfato y gusto. Todos estos rasgos aparecen con la infección y en la mayoría de las ocasiones desaparecen cuando se alcanza una recuperación plena. Aunque quienes sufren de Covid-19 persistente los mantienen durante tiempo indefinido.
Por otra parte, no sólo se ve afectada la salud física sino también la emocional. Hasta el momento se ha identificado que la mayoría de supervivientes presentan cuadros graves de depresión.
Afectaciones en las córneas de los ojos
Mientras que a partir de las constantes investigaciones ha sido posible obtener un panorama más claro del Covid-19 persistente. Un nuevo estudio recién publicado en el British Journal of Ophthalmology ha identificado dos nuevas secuelas.
Con base en el trabajo realizado por científicos del Reino Unido, Turquía y Qatar se descubrió que los supervivientes de la enfermedad que mantienen molestias también suelen presentar pérdida de fibras nerviosas y aumento de células inmunitarias clave en la superficie de los ojos.
La investigación menciona que estos dos cambios en la córnea fueron especialmente más evidentes entre quienes también presentaban síntomas neurológicos, como pérdida del gusto y el olfato, cefalea, mareos, entumecimiento y dolor neuropático.
Hasta el momento todavía no se ha podido explicar por qué algunos pacientes desarrollan Covid-19 persistente y otros no. Aunque se estima que uno de cada 10 infectados mantendrá las secuelas durante un largo período de tiempo.
Por lo anterior, una de las máximas recomendaciones es ofrecer un seguimiento a todos los pacientes. En especial debe existir una terapia de rehabilitación pulmonar y física. De esta forma es más sencillo recuperar todas las capacidades que se tenían antes del contagio y evitar una disminución en la calidad de vida.
Mientras que a partir de la evidencia científica actual ya se cuenta con al menos tres guías médicas oficiales. Se trata de documentos en los que se indican los cuidados especiales que se deben ofrecer a las personas afectadas y que tú debes conocer.
